Hoy ha venido la lluvia a visitarme
y entró sin avisar
con gran estrépito de viento
que hacía volar las hojas de los árboles
al agitarlos con ímpetu y, de pronto,
cesó en su ventear desenfrenado
después de retemblar con fuerte trueno.
Siguió lloviendo suave, mansamente,
durante un rato
para al final marcharse tal cual vino
pero sin estruendo,
sin ruído.
Y yo había limpiado hoy los cristales de la ventana de mi dormitorio. Con la sequía que padecemos...grrrrr
ResponderEliminarpero han caído 2 litros y medio que es más de lo que cayó a lo largo de febrero. ¿Salió bien lo del domingo?
EliminarPues no sé que decirte. Salí de los exámenes (eran dos) con mejor sensación que la otra vez, pero también agotado. Y como hubo mucha gente, cualquiera sabe que pasará.
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