Con la
boca desencajada y la mirada errática entró en el bar y preguntó con cara de
ansiedad extrema al camarero que le miraba desde detrás de la barra:
─
¿Dónde…?
─ Al
fondo a la derecha.
Corrió
en la dirección indicada como alma que lleva el Diablo abriéndose a la vez la bragueta y… ¡Zas! Se
orinó directamente en la sopera.
Tenía
la lateralidad cruzada.
Ups! Me gusta ! Lindo fin de semana! Un abrazo!!!
ResponderEliminarA veces es fácil confundir la derecha con la izquierda y viceversa-
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