jueves, 4 de agosto de 2016

Al salir de clase



Vale, vale, que ya le he visto. (¡Qué bruta es esta Lolita! Un poco más y me rompe una costilla a base de codazos).
¡Hola, Elenita!, ¿puedo preguntarte algo…?
Yo me voy que me he dejado un libro en la clase, hasta luego, Elenita, ya me contarás…
Hasta luego, Lolita, ¿si quieres te espero?
No, no, tú a lo tuyo…
Bueno, Manolito, ¿qué querías preguntarme?
La verdad es que me da un poco de corte…
No te cortes, que yo soy toda oídos y te escucharé pacientemente todo lo que tengas que decirme… (Si me viera mi madre).
Verás… no es nada importante… bueno puede que lo sea… al menos para mí… pero es que no sé cómo decírtelo…
Pues arráncate ya que me estoy poniendo de los nervios…
Bueno pues allá va, me tiraré a la piscina de cabeza: ¿Me puedes decir cómo se llama esa niña pelirroja que estaba ayer hablando contigo en la puerta de tu casa?
¿¿Esa niña horrible con el pelo que parece estopa??
Bueno, yo no la veo tan horrible…
¡¡Tú es que eres tonto de remate!! Adiós, Manolito, hasta nunca… (los niños son idiotas de nacimiento).

1 comentario:

  1. Cómo decía aquella famosa sevillana: "a veces, muchas veces, más de cuatro veces; todas las cosas no son como pareeecen". Las niñas no ven a las niñas como las vemos los niños.

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