De rosas rojas fue
el ramo que te hice
cogiéndolas
despacio,
una a una tal vez.
Mis manos al
cogerlo
se tiñeron de sangre
porque con las
espinas
me desgarré la piel
y es que el color
bermejo
que nos recuerda el
fuego
es el acompañante
de nuestra gran
pasión.
Por eso siempre es
rojo
el ramo de las
rosas
que cada
aniversario
te vuelvo a
regalar.
Esas flores
recuerdan
lo mucho que te
quiero,
los besos que nos
damos
y nuestro gran
amor.
mis rosas siempre amarillas...
ResponderEliminarfelicidades