Cuando una etapa de la vida acaba no
hay más remedio que empezar otra nueva si no queremos “morirnos en vida”, es
decir, convertirnos en seres vegetativos que esperan indolentes la venida de la
“calva” que nos llevaría sin remedio al otro barrio. No, eso no es lo deseable,
no, lo deseable es ir encontrándole a la vida nuevos sabores y paladearlos
recreándonos en ello para así sentirnos vivos en el más amplio sentido de la
palabra, completamente vivos y deseando inaugurar nuevos episodios de nuestra
existencia y, sobre todo, sin ponerse a pensar si el momento de la vida en el
que nos encontramos es o no el último peldaño de la escalera.
Lo dicho, a vivir que son dos días que
serán largos o cortos según la intensidad con que los vivamos.
Sí, hay que vivir el momento, y estar siempre muy conscientes de lo que pasa alrededor.
ResponderEliminarMil besos.
Gracias por seguir leyéndome. Besos
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