A los diecisiete años sólo había probado el
vino fino y la cerveza me resultaba demasiado amarga (cosas de juventud).
Cuando me fui a estudiar a la Universidad
Laboral de Alcalá de Henares y, en vista de que no era posible encontrar vino
de Montilla en los bares que sólo ofrecían un tintorro bastante malo, probé el
vermouth, mejor dicho, el “vermú” que entonces estaba de moda en todo Madrid y
por ende en Alcalá. Me resultó un sabor agradable por lo exótico que era para
mí y me aficioné a tomar el aperitivo con este vino “diferente”.
Al volver a Córdoba seguí un tiempo con la
costumbre pues, aunque no era de barril como el madrileño, en todos los bares
había Martini o Cinzano que eran las marcas comercializadas en España por mas
que esta última está ya desaparecida.
Ahora que vuelve a ponerse de moda lo del
aperitivo con vermú he vuelto a tomarlo de cuando en cuando pero me sigue
gustando más un medio de moriles o montilla.
yo cuando voy de reunión de la asociación tomo vermut en casa Salinas....
ResponderEliminarbesos.