Después
de un tiempo en el que su mutismo fue absoluto, comenzó una inicial
comunicación con el entorno a base de gruñidos que poco a poco fueron dando
paso a una especie de monosílabos que utilizaba sólo cuando tenía que responder
a alguna pregunta.
Pasados
unos meses su mirada comenzó a denotar que comprendía todo lo que se le decía,
de ahí a que comenzase a hablar no era más que un pequeño paso y así lo
esperaron pacientemente pero fue en vano pues ya se sabe que los chimpancés no
son capaces de aprender a comunicarse mediante la palabra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario