Caminando a
trompicones
en la desnudez de
una noche de invierno,
fría y desapacible,
en busca de las
caricias de tus manos,
frías y desmayadas,
voy perdiendo mi
alma poco a poco
dejando sus jirones
en las esquinas calladas
de las calles
y derramando gota a
gota
mis sentimientos
que ya son sólo
sombras
de lo que fueron
antes.
Me llegaste al alma MVA
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