Tu voz ya no me
llega,
se ha perdido,
en medio de la
noche impenetrable.
Estás ya tan
lejana,
tan ausente,
que pienso que no
estás,
nunca estuviste
pues siento sólo
frío,
sólo nada,
estoy en soledad y
te suplico
que vuelvas otra
vez,
que yo te espero,
que vivo sin vivir,
sin ti me muero.
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