El viento agita las
copas de los árboles
que se inclinan
cual siervos obedientes,
la lluvia azota las
casas y los campos
buscando las
entrañas de la tierra.
El temporal arrecia
y ya resuenan
hórridos truenos en
montes y vaguadas
asustando al ganado
que resguarda
diligente el pastor
en la majada.
Los arroyos
desbordan de sus cauces
y los ríos se
crecen imponentes
arrastrando
revueltos en sus aguas
todo lo que
encontraron a su paso.
Ya el Invierno se
marcha pero grita
en forma de borrasca
sus últimas palabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario