Preciosa luz
entre los
castañares
que, al par que
caen los frutos,
pierden sus hojas
entre las que los
niños buscan castañas
que, abierta ya su
vaina,
se les ofrecen.
Son las tardes de
otoño
como castañas
que se muestran
abiertas
y, al contemplarlas,
nos muestran
maravillas
de luz dorada.
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