domingo, 17 de septiembre de 2017

POR QUÉ



Por qué las tardes del verano
se me hacen eternas,
por qué sus noches calurosas
me invitan a inventar
historias que, más tarde,
se convierten en versos
que se arrastran pesados
cual si fuesen reptiles
que están aletargados
pero no por el frío sino por el calor
que les hace ser torpes
en todo movimiento
y les hace cansino
su lento caminar.

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