A lo largo de mi vida en Palma del Río han sido varios
los momentos en los que el Ayuntamiento me ha querido homenajear de alguna
manera. La primera fue en 1984 cuando me hicieron el honor de ser el primer Pregonero
del Carnaval.
En otra circunstancia, y esta vez de forma colectiva
dentro del Equipo Docente de la Reforma Educativa del Colegio Séneca, recibimos
el reconocimiento dentro de la Feria del Libro y fue precisamente en la Feria
del Libro del pasado 2018 cuando el reconocimiento fue hacia mi persona de
forma individual por mi trayectoria tanto docente como literaria.
Han sido situaciones muy emocionantes pues si lo fue ver
a mis padres emocionados en el Pregón de 1984, más lo fue ver a mi hija y a mi
mujer el día de la inauguración de la pasada Feria del Libro con los ojos
húmedos que casi me hacen llorar a mí.
Por otra parte, mi agradecimiento hacia Palma y los
palmeños nunca podrá ser equivalente a lo que he recibido de ellas y ellos y es
muy gratificante contar con cientos de amigas y amigos que antes fueron alumnas
y alumnos.
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