Otra
tarde igual que tantas tardes
monótono
tic-tac que me adormece,
preludio
de un ocaso grana y oro,
poema de
final impredecible.
Otra
tarde igual que tantas tardes
de siesta,
de café o de infusiones,
magnífico
corcel que sólo trota
pues su galope
no tiene sentido.
Otra
tarde igual que tantas tardes
que me
aboca al final de un pobre día,
que se
acaba y abre las cortinas
de una
noche igual que tantas noches.
Un día tras otro,
ResponderEliminarasí se ha convertido mi vida en una lenta monotonía...
un beso