Parece increíble pero lo cierto es que
un cambio de ubicación puede traer consigo un cambio radical e inesperado en
cuanto afecta al modus vivendi.
Ese fue el caso de mi prima Felisa que
vivía en la Argentina y se vino a España cuando lo de la dictadura de Videla y
cambió su trabajo de partera por el de maquilladora en un tanatorio, curiosa
forma de darse la mano la vida y la muerte a través de una misma persona.
La luz y la oscuridad, la altura y la
profundidad se hicieron complementarias cuando el hermano de mi vecino Rafael
cambió su trabajo de farero en Almería por el de minero en Alemania y es que
cuando algo cambia en nuestro entorno, produce sistemáticamente otra
transformación por aquello de mantener el equilibrio del planeta.
¡Vamos! Digo yo que será por eso.
Aunque lo más chocante fue lo de mi
prima Ernestina que cambió el lugar de su despedida de soltera y a los nueve
meses menos una semana de casarse dio a luz (es un decir) a un niño mulato y a
su marido por poco si no lo tienen que meter en el manicomio: “LA MATO, LA
MATO” gritaba como un poseso y yo no me explico qué tendrá que ver en el asunto
la Ministra de Sanidad si el parto fue como una seda pese a los recortes.
Para comprenderlo bien, tienes que leer el nombre de la ministra de derecha a izquierda, con los del PP siempre hay que comenzar por la derecha; entonces verás que dice ¡TOMA, TOMA! a lo que podíamos añadir: por haber ido a la ineficaz Seguridad Social.
ResponderEliminarEso también es un cambio radical
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