El fuerte olor del
polen de algarrobo
me saluda al salir
al jardín por la mañana
y luego, poco a
poco voy sintiendo
el monótono zumbar
de las abejas
que van haciendo
acopio sin cesar
para poder hacer su
miel en la colmena.
Estos días de otoño
me hacen recordar
a otros días de
otoños ya pasados
mas sin duda que
vuelvo a disfrutar
como el niño que va
a estrenar calzado.
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