No puedo olvidar en estas crónicas hablar de los
Carnavales (con mayúscula) en nuestro querido Colegio Séneca. Aquellos
carnavales en los que participaban todas y cada una de las aulas (con alguna
excepción que no vamos a nombrar para no dejar a nadie en mal lugar), digo que
participábamos todos porque cada una de las clases se disfrazaba (incluida su
maestra o maestro) de un tipo carnavalesco diferente y cantábamos nuestros
cuplés en el patio rivalizando de forma sana y simpática.
Después de
la competición de murgas y chirigotas, salíamos todo el colegio andando en
Pasacalles hasta el centro de Palma donde nos divertíamos cantando por las
esquinas hasta que la noche del Martes de Carnaval nos echaba a nuestras casas.
Un año
incluso hicimos un tren de cartón con el que nos desplazamos hasta la calle
Feria y otra vez nos vestimos de brujos y brujas e hicimos un pasacalle el
Domingo de Carnaval.
No hay comentarios:
Publicar un comentario