─Buenos días,
caballero.
─Buenos días.
─Bienvenido al hotel. No se preocupe si no puede verme
pero es que no tengo realidad corpórea.
─Pues con esa voz tan preciosa le correspondería una
realidad corpórea espectacular.
─Gracias por el cumplido pero soy una realidad virtual.
─¿Puedo pedirle algo?
─Todo lo que Vd. quiera.
─¿Todo, todo?¿Sea lo que sea?
─Por supuesto, estoy a su entera disposición.
─Pues la quiero a Vd., señorita.
─Eso es lo único que no puedo darle.
─En ese caso tráigame una hoja de reclamaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario