miércoles, 2 de marzo de 2016

No nos dejes caer en la tentación…



La verdad es que no era propio de una persona formal y bien considerada por sus vecinos pero no había podido resistirse a la tentación y la cosa ya no tenía solución.
Después de su intervención era harto difícil explicar a los demás el porqué de lo que había hecho.
Podría disimular pero sería poco ético y él no era de los que tiran la piedra y esconden la mano… sin duda lo mejor que podía hacer era esconder la piedra y que el seguro pagase el cristal.

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