Esa luz ambarina
de la tarde otoñal
dará paso a una noche
estrellada y con Luna
templada y tranquila,
sin viento y sin lluvia,
como si del verano
aún se tratara
y nos deja velar
hasta la madrugada
ligeros de ropa
y abrazados los dos.
Las miradas ansiosas
y las manos tendidas
como si se escapara
el tiempo entre los dedos
intentando agarrarlo
por su cola imposible
para que no se acabe
este instante de amor.
Deliciosas letras.
ResponderEliminarAbrazo