La puerta de tu
casa está cerrada
y ya no tengo la
llave para abrirla.
Si tú no me la
das, yo no la pido
porque no quiero
nada inmerecido.
Si quieres que
volvamos a querernos
serás tú la
encargada de decirlo
porque yo no me
siento ya con fuerzas
para implorar
siquiera tu cariño
pues la causa del
fracaso quizás sea
el exceso de no
tener presente
que tu amor sin mi
amor y el mío sin el tuyo
no pueden existir,
no son posibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario