Tal vez es que olvidé
aquello inolvidable,
quizás no me fijé
en lo que era evidente
ni tampoco encontré
lo que estaba en mi paso
pues cuando el corazón
galopa desbocado
es poco lo que pueden
descifrar
los sentidos.
No tomes literalmente lo que aquí se muestra, siempre puede haber una segunda lectura... o, tal vez, no.
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