Fue como despertar de una pesadilla, pero no había pesadilla. Sólo una pregunta que me martilleaba la cabeza de forma inclemente. He aquí el dilema: “¿Qué será peor, caer en desgracia o ser un/a desgraciado/a?” (¡vaya tela con lo de la igualdad!).
Vayamos por partes:
Podemos pensar por un momento que lo peor es caer en desgracia puesto que supone un paso regresivo importante que te puede joder (perdón por la expresión) para toda la vida, y ser un/a desgraciado/a es algo permanente a lo que ya deberemos de estar acostumbrados/as y, por lo tanto, no nos hará un daño mayor del que ya sufríamos. Visto así, la cosa está más que clara pero…
… veámoslo desde otro punto de vista (como lo de la botella medio llena o medio vacía).
Ser un/a desgraciado/a es algo horrible, es una situación que puede llevar a la desesperación más tremenda y tener consecuencias deplorables y lo de caer en desgracia podría ser una situación transitoria que llegue a ser reversible en un plazo más o menos largo.
¿Y ahora qué?
Ahora, siéntate y llora. ¿Dónde está la verdad?. Me parece que voy a necesitar vuestra ayuda por aquello que ya dijimos de que cuatro ojos ven más que dos. Se admiten ideas y opiniones pero que sean fundamentadas, nada de “esto es así porque sí” aquí somos gente seria aunque a veces no lo parezca. Espero vuestra inestimable colaboración.
Dios o La Providencia os amparen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario