Aquella
situación era insostenible, el silencio se podía cortar con un cuchillo y la
tensión del momento sólo era comparable a la de una película de Hitchcock.
Era totalmente necesario resetear e intentarlo de nuevo procurando no caer en
los mismos errores.
Despertó
de su sueño bañado en un sudor frío y temblando como un azogado y entendió que
había sido una premonición, que aquello aún no había sucedido pero que, con
toda seguridad, sucedería más tarde o más temprano y su ensoñación era una
señal para que estuviera preparado cuando los acontecimientos se produjeran
realmente.
Jonás
comprendió que si se volvía a repetir todo el proceso anterior al suceso que
desencadenó la tragedia, tal vez pudiera evitar un desastre que podría acabar
con toda una generación.
Era
estrictamente necesario reproducir paso por paso todo lo que, como espectador
privilegiado, había sucedido ante su vista. Ahora no dejaría que las cosas
sucedieran sin intervenir para modificarlas, ya sabía cuál sería el desenlace
en caso contrario así que se aprestó a la lucha contra todo aquello que pudiera
significar un peligro para la humanidad, se iba a convertir en un superhéroe de
leyenda.
Lo
primero y principal sería definir su aspecto de superhéroe y era necesario
elegir bien tanto el atuendo como las armas. Para ello comenzó a buscar
fotografías del Capitán América, Superman y los demás salvadores del mundo para
confeccionar un diseño lo más original posible pero que los recordase a todos.
Probó de una y mil maneras a combinar los elementos de las vestimentas pero no
consiguió ninguna versión que le satisficiera por completo.
Al
final, y después de estrujarse el cerebro durante horas y horas, una luz le
iluminó la mente y tomó la decisión en un instante: Sería el “Vengador Desnudo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario