─ Oye, Elenita, ¿por qué te has deshecho las trenzas?
─ Es que me voy a hacer una cola de caballo, mamá.
─ ¿Y eso…?
─ Porque hoy tengo Educación Física y cuando
corremos, las trenzas me van golpeando y me molestan muchísimo.
─ ¿Sólo por esa razón?
─ Bueno es que creo que me sienta mejor la cola que
las trenzas.
─ Ah, ya, para parecer mayor, ¿no?
─ Claro, las trenzas son de niña pequeña y yo ya
estoy en quinto.
─ O sea, que ya te sientes mayor. ¿Y no habrá por ahí
algún niño que te guste, verdad?
─ No, mamá, por favor…
─ ¿Ni siquiera el de los ojos azules y los rizos
rubios?
─ Ése menos que ninguno, es… insoportable y además
creo que está enamorado de la seño.
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