jueves, 8 de septiembre de 2016

Recuerdos: De la lavativa al enema jabonoso



Todavía recuerdo aquel aparato que había colgado en la pared del cuarto de baño cuando yo era niño y que nadie me quería explicar ni su funcionamiento ni su utilidad: “Ya te enterarás si es que te hace falta alguna vez” era la contestación que solía obtener cuando me ponía pesado con mis preguntas.
El aparato en cuestión era el que se utilizaba para las lavativas intestinales cuando se sufría un estreñimiento agudo y, como muchas personas recordarán, constaba de un depósito del que salía un tubo de goma terminado en un pitorro que poseía una pequeña llave de paso; el depósito se ponía en alto para que el líquido penetrase por gravedad a través del ano del paciente, vamos, lo que ahora se llama un “enema” y que se vende en las farmacias en tamaño reducido y sin tener que colgar el antiguo artilugio en el cuarto de baño.

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