sábado, 13 de febrero de 2016

Recuerdos: Los plátanos voladores



Mi madre, cuando mis hermanos y yo éramos pequeños, se empeñaba en que debíamos tomar fruta como postre todos los días.
Como no estábamos por la labor, mi hermano Luis y yo (Rafa era mucho más pequeño) ideamos un plan para evitar la dichosa fruta que mi madre se empeñaba en que comiéramos.
El plan era el siguiente: Comíamos a cámara superlenta para que así llegase la hora de irnos al colegio y sin haber llegado al postre con lo que salíamos pitando sin tomar la fruta.
Nuestra madre, que se dio cuenta de la maniobra, ideó una solución que le pareció infalible: el plátano. El plátano era una fruta que nos la podíamos comer por el camino del colegio y así fue como nacieron los “plátanos voladores” pues en cuanto volvíamos la esquina y ella, que nos vigilaba asomada a la ventana, nos perdía de vista, los plátanos “misteriosamente” levantaban el vuelo y se iban directamente al otro lado de la tapia del primer solar.

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