Hoy en día es prácticamente imposible
conseguir que los niños y niñas no coman chucherías pero esto no siempre ha
sido así puesto que en otros tiempos (anteriores al chupa chups) las golosinas
eran naturales y además no costaban dinero sino que se adquirían por medio del
trueque.
Recuerdo tres chucherías que se conseguían a
cambio de algo, por ejemplo, el “palodú” y la “cañadú” (la raíz del regaliz y
la caña de azúcar) se cambiaban por botellas vacías o por trozos de hierro o
plomo, del mismo modo los garbanzos “tostaos” se obtenían a cambio de garbanzos
crudos. De esta manera los niños íbamos recogiendo botellas, herraduras viejas,
trozos de tubería de plomo y de cabillas de hierro haciendo una labor de
“chatarreros” para tener el “dinero” necesario y disfrutar de esos pequeños
placeres que en nuestros días aligeran de peso los monederos de padres y
madres.
palodú de palo estoy yo jarta de chupar...
ResponderEliminara la puerta del colegio llegaba "el pinchauvas" jajaja
besos.