Y es
que no se deben tener falsas expectativas sobre nada ni nadie. Más de mil fans
esperando la llegada del artista y entró por la puerta de atrás. Pasó lo mismo
que con la vaca. Todo el mundo esperando durante un buen número de horas a
pleno sol a que la vaca cagase en algún lugar del terreno y va la vaca y se
caga fuera.
Pero
supongamos que la vaca hubiera cagado dentro, en alguno de los cuadros
marcados… ¿esto hubiera influido en que el artista entrase por la puerta
principal donde se agolpaban los miles de fans? No, ni mucho menos, son dos
sucesos totalmente independientes y si no que se lo pregunten al poseedor o
poseedora de la papeleta correspondiente al lugar elegido por la vaca: Si
hubiera estado en la puerta del lugar del concierto no habría podido cobrar los
seis mil euros del premio de la cagada.
La
verdad sea dicha, me estoy metiendo en un jardín que me va a costar trabajo
salirme de él y, como no llegue a tiempo, no voy a poder conseguir el autógrafo
del artista y la puñetera vaca sigue sin cagar…
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